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Aunque Carlos no se lo preguntó, Isaías le contó la razón por la cual había ido ese día al campamento de los primos. – Carlos mi hermano, yo lo estimo mucho y sabe que siempre quiero lo mejor para usted, tanto usted como yo sabemos lo que está pasando y aún peor, lo que va a pasar con la situación del país. Yo creo que estamos a tiempo de tomar una decisión antes de quedar sumidos en ese mierdero que se viene. Para no darle tantas vueltas al asunto yo vengo a proponerle que nos vayamos pal´ lado de los primos. Usted sabe que allá nos están esperando con los brazos abiertos hace rato y el futuro está pintando bueno allá. La causa es la misma y sin tantos problemas y maricadas como las que pone este gobierno de mierda, allá nos vamos a ir a dar bala como nos gusta y lo más importante de todo, para que se lo grabe en la cabeza, esos señores prefieren estar 3 metros bajo tierra antes que hacer cualquier arreglo con esos guerrilleros de mierda -. Una vez terminó de decir estas palabras ambos jovenes se pararaon y se fueron directo a sus dormitorios, desilucionados y desmoralizados.